miércoles, 30 de noviembre de 2011

BIRDLAND - dibujos 2006 -

Rafael Leonardo Setién




Pájaros cardúmenes aéreos.

Busco el libro que acoja entre sus manos los itinerarios fastuosos y perpetuos dibujados por esas naves aéreas, esas arcas del viento, cálices que pintan en las bóvedas del cielo venas como cicatrices, planos y mapas antiguos para nuestro uso.
Donde habiten todos los seres herederos de los ángeles, entes estacionarios, repetitivos, rítmicos, habitantes de versos y espuma, señores de los cardúmenes del aire.
Arquitectos de canalones entre estaciones y geografías. Coleccionistas de idiomas de tierra y agua. Cantantes de óperas, pintores de madrigales y notas lisérgicas del amanecer. Dueños de gritos afilados como arias surcando alturas entre verticales.

R.L.S. 2008























































Colección de Noé del Río
















Colección de Luís Alberto Zorrilla











Colección de Antonio Gutiérrez y María Redondo




Con Fonso




BIRLAND
Serie de dibujos realizada para la exposición:
"Plenilunio. En el territorio de la Diosa Blanca"
Técnica mixta sobre papel, medidas variables, 2006.


















OCTÓGONO: Representación del pájaro, símbolo del Alma del Renacimiento.








Pájaros, nacidos de un primer acorde para una más larga entonación...


Son conducidos, como las palabras, por el ritmo del universo y, por amistad se inscriben a sí mismos en la estrofa más vasta y más errante que jamás se haya visto desplegar sobre el mundo.


Nos es tan ligera la materia del ave que, como cortafuego del sol, parece alcanzar la incandescencia.


¡Ala emplumada del sueño, nos encontrarás por la tarde en otras orillas!


Ignorantes de su sombra, sin saber de la muerte sino lo que de mortal se consume en el ruido remoto de las grandes aguas, pasan, abandonándonos, y ya no somos los mismos. Ellos son el espacio atravesado por un único pensamiento.


Y en el punto de hipnosis de un ojo inmenso que el pintor habita...
¡Pájaros, lanzas alzadas en todas las fronteras del hombre!...


Saint-John Perse